Asociatividad rural – El Caso de Olamsa y COCEPU

Nelson Torres – Investigador Instituto del Perú
Nilo Maguiña –  Gerente General de Olamsa

Febrero 2022

La agricultura peruana está dominada por el minifundio. Pequeños productores, dispersos, sin acceso a la tecnología y con una alta desconexión a los mercados. Agricultores que, aún en diversas zonas del país tienen una producción orientada principalmente al autoconsumo y, en general, no están en capacidad de aprovechar las excepcionales condiciones que diferentes territorios del país tienen para la producción agropecuaria.

El último Censo Agropecuario, realizado el año 2012 describe con claridad esta situación. En un universo de 2.21MM de productores agropecuarios con tierras, el 86.7% de los mismos tiene menos de 10Has en propiedad.

El minifundio per se no es una característica que condicione una situación de baja productividad y rentabilidad. Sin embargo, es necesario desarrollar un modelo de producción agropecuario que, entendiendo las características y condiciones del minifundio, permita aprovechar sus potencialidades y mitigar sus debilidades. La asociatividad rural, es una de las herramientas que permiten generar eficiencias que mejoren las condiciones de producción, la eficiencia general de los procesos agrícolas y consecuentemente la rentabilidad de la actividad agropecuaria.

Tomando como base de información el Censo del añ0 2012, se encuentra que sólo el 23.3% de los productores agropecuarios participa de algún tipo de asociación. Un indicador que puede considerarse bajo, en un escenario donde 86.7% de los mismos tiene menos de 10Has en propiedad y necesitaría incorporarse dentro de esquemas asociativos que le permitan mejorar sus condiciones de producción….

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