Entrevista a Santillana en la revista Velaverde

El economista Miguel Santillana, investigador principal del Instituto del Perú, fue entrevistado por la revista Velaverde sobre la importancia del resultado de estas elecciones y el posterior discurso del nuevo gobierno, para el desarrollo de la industria minera en el país. La nota fue publicada el pasado lunes 23 de mayo en la sección de Actualidad del Número 165 de la Revista Velaverde.

 

A continuación un extracto de la entrevista:

 

¿La minería es el gran problema que debe enfrentar el próximo presidente o presidenta del Perú?
El mundo minero está parado hasta 2017 a contrapelo de lo que dice el ministro de Economía que tenemos una gran minería. Lo que tenemos son ampliaciones de ope­raciones que ya existían, como por ejemplo Antamina y Cerro Verde, y ahora se quiere hacer la ampliación To­quepala. Entonces, no tenemos nuevas inversiones, todo está parado, esperando el resultado de la segunda vuelta. Aunque ahora hay más confianza porque quienes pasaron a segunda vuelta no van a cambiar el modelo económico. Pero los inversionistas esperan el Mensaje del 28 de julio. Esto es clave, porque no se sabe cómo el Gobierno actual va a dejar la economía; se sabe que estamos en déficit, y si hay déficit hay que ajustar a la gente. Por eso, cuando el ministro de Economía dice que el PBI ha subido por la mayor producción minera, claro que hay mayor produc­ción minera porque las ventas son precio por cantidad. El precio ha bajado la cantidad tiene que subir para mante­ner una hoja de estado financiero más o menos estable. El PBI no mide precios sino mide producción. Entonces ha habido mayor producción material para poder mantener los estados financieros de las empresas.

 

¿Cuál es el futuro de los proyectos mineros como Con­ga o Las Bambas?
Por lo pronto, hay que esperar que salga del gobierno re­gional la gente de Gregorio Santos y hacer una campaña de convencimiento entre la población. Este es un tema de co­municación y de credibilidad. Hay que recordar que Yanacocha ingresó en el Perú en 1992, año en que el Perú recién estaba haciendo sus normativas ambientales. La empresa no cumplió muchas cosas, y era entendible porque era la primera gran inversión minera del Perú desde el Gobierno Militar de las Fuerzas Armadas. O sea, desde 1968 al 1992 no hubo una empresa minera de esas proporciones. Ahora Ca­jamarca ha pasado de ser una ciudad de 50 mil habitantes a tener 450 mil o medio millón de habitantes, con muchas deficiencias en los servicios públicos: el agua está raciona­da, hay mucha inseguridad, entre otros problemas.
La situación de Cajamarca se debe al error de Yanacocha que no construyó un campamento; hizo que sus trabajadores vivieran en la misma ciudad, lo que trajo consigo el incremento en los costos por alquiler de vi­vienda, el aumento de los alimentos y servicios, lo que generó una mala relación entre la población de Cajamar­ca y la minera Yanacocha, a lo que se sumó la ideología de Marco Arana y las denuncias de contaminación. Algu­nas de esas críticas son ciertas, otras no.

 

¿Es posible la conservación del medioambiente con la explotación minera?
En el mundo hay una nueva entidad que es ICMM (Consejo Internacional de Minería y Metales, por sus siglas en inglés) que es una especie de sindicato de empresas que guarda ciertos principios y ciertas prácticas, y de ellas forman parte las principales empresas mineras del mundo. Entonces Newmont, la dueña, es decir la accionista mayoritaria de Yanacocha, pertenece a ese sindicato, por lo tanto debería cumplir con los protocolos para garantizar una adecuada explotación de los minerales. Con el tiempo Yanacocha ha tratado de mejorar las relaciones que no se establecieron al comienzo, por eso puso en marcha proyectos ligados a temas de la ganadería y pastos para fomentar el desarrollo de la región. Pero el discurso antiminero ya estaba en marcha. Ahora lo que queda es hacer un gran esfuerzo de conven­cimiento a la población, puesto que la empresa en algún momento tuvo una especie de control sobre algunos medios de comunicación que llegó a que la población identificara a estos medios como “vendi­dos”, lo que dificultó a la empresa lograr credibilidad mediante estos medios de prensa.

 

Para ver la entrevista completa puede acceder al siguiente enlace y/o descargar el PDF.